La otra campana: “No somos homofóbicos. Todo es mentira. Yo creo que el chico está lucrando con su orientación sexual. Esta es nuestra verdad”
Toda violencia es repudiable y merece una condena, pero cabe preguntarse ¿Los medios de comunicación estamos escuchando las dos versiones, o nos estamos convirtiendo en linchadores mediáticos para generar más odio? ¿Dónde queda el rol de la justicia?