El 5 de octubre pasado un hombre de 29 años se presentó en el domicilio de un amigo de su expareja. Allí se encontraba la mujer, a quien tenía prohibido acercarse.
Al llegar, el hombre comenzó a gritar y amenazar a su expareja diciéndole «vamos o voy a hacer un re bardo». La víctima, temiendo por su seguridad, decidió retirarse del lugar. Sin embargo, el acusado la siguió y la mordió en el labio superior, mientras le decía «si no estás conmigo no vas a estar con nadie».
En la causa se llevó a cabo la audiencia flexible y multipropósito en el Juzgado de Garantías 1, donde la jueza Ada Zunino aceptó un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron las partes, y condenó al hombre a dos años de prisión condicional. Lo encontró responsable de los delitos de desobediencia judicial, amenazas, lesiones agravadas por la relación de pareja y coacción, todos en concurso real.
Como parte de la condena, el hombre deberá cumplir con una serie de reglas de conducta durante dos años. El incumplimiento de estas reglas de conducta podría resultar en la revocación de la condicionalidad de la pena.
Entre otras cosas, tendrá prohibido ejercer actos de violencia verbales, físicos o psíquicos en perjuicio de la víctima y acercarse a ella en un radio de trescientos metros. También deberá someterse a tratamiento psicológico para el control de su agresividad y rehabilitación por adicciones.