Aduanas son alertadas del modus operandi del narcotráfico para ingresar cocaína a nuevos «mercados».
El hallazgo de la cocaína se produjo cuando un camión que transportaba bananas del Ecuador intentó ingresar a la Argentina desde Bolivia por el Paso Internacional Salvador Mazza-Yacuiba.
Tras conocer que cargamentos de bananas son utilizados para ingresar droga a distintos países, agentes de la DGA detuvieron la marcha del camión y utilizaron los scanners para analizar la carga que llevaba en el acopado.
Al notar imágenes con una densidad extraña, se procedió a una revisión más detallada por lo que se descargó la mercadería en su totalidad. Allí, la can Luli mostró conducta compatible con la presencia de sustancias, por lo que se procedió a quitar el perno de arrastre que engancha el semirremolque, donde hallaron 105 paquetes amarillos de aproximadamente un kilo cada uno.
Tras el análisis correspondiente, se confirmó la presencia de 105,08 kilos de cocaína valuada en un valor aproximado de 386.169.000 pesos. El destino final del rodado era el Mercado Central de la provincia de Buenos Aires, indicaron las fuentes.
La Fiscalía Federal descentralizada de Tartagal y el Juzgado Federal de Tartagal tomaron intervención en el hecho, y ordenaron el secuestro de la droga hallada y la detención del chofer del camión. El chófer podría tener una pena de 12 años de cárcel.
Informe de la ONU en 2022
Un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), reveló que la vía marítima directa con grandes contenedores es la preferida por los narcos desde puertos de varios países, como Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá y otros.
Pero es Brasil el que parece ser el principal punto de partida de la cocaína hacia Europa. El informe señala también que “Venezuela se ha convertido en un punto estratégico cada vez más importante para el tráfico internacional de cocaína”.
Dentro de Sudamérica, el sistema fluvial Paraguay-Paraná, formado por 3.400 kilómetros ininterrumpidos de ríos que conectan Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico, ha ganado también relevancia para el tráfico de drogas.
Esta vía fluvial “parece haberse consolidado como puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y Perú a los mercados internacionales de cocaína a través de puertos del Brasil y Paraguay”. Este cambio en el tránsito de drogas supone un reto para las autoridades, que hasta ahora estaban acostumbradas al uso de rutas aéreas y terrestres desde Bolivia.