El documento fue firmado por Esteban Amat, y Gastón Galíndez.
Argentina vive momentos de extrema e inusitada tensión institucional, política, económica y social, debido a las medidas que ejecuta y propone el Poder Ejecutivo Nacional, que conduce Javier Milei en sus primeros días de gobierno, que nos recuerdan al tristemente célebre Proceso de Reorganización Nacional, la sangrienta
Dictadura que asoló nuestra Patria, porque perjudicó y ahora también ocurre a los trabajadores de clase media y a los sectores sociales que más apoyo necesitan del Estado.
La feroz devaluación que impactó en un brutal aumento de precios, el DNU dictado que se arroga la suma del poder público y que va en contra de nuestro modelo constitucional de división de poderes y la llamada Ley Ómnibus enviada al Congreso, tienen como objetivos destruir nuestro modelo institucional y social de país y maximizar las ganancias de los sectores de más altos ingresos generando una concentración del poder que erosiona el funcionamiento de las instituciones democráticas, lo que nos permite cuestionar tanto su legitimidad social como la esencia de los valores que encarnan.
Resistimos fuertemente ante la intención del Poder Ejecutivo Nacional de apropiarse de facultades propias e indelegables del Congreso de la Nación, por cuanto amenaza y pone en riesgo la estabilidad de las instituciones, abandonándolas a caer al precipicio de la autocracia; como así también nos resistimos a la idea de que la solución al problema económico es empobreciendo al pueblo y entregando nuestros recursos naturales, nuestras tierras, las empresas y nuestra soberanía misma.
Claramente el mencionado DNU y la Ley esconden, detrás de sus voluminosos cuerpos, reformas y derogaciones, un nuevo modelo de colonización.
El llamado “modelo libertario” busca nuevamente la desregulación económica, la reforma laboral y el endeudamiento del Estado argentino, eludiendo el control parlamentario. Sabemos que esto jamás sirvió para desarrollar la industria y crear trabajo, sino que solo se utilizó para disimular el déficit fiscal, enriquecer a los bancos y subordinarnos colonialmente.
Hoy la prioridad es justamente lo contrario a eso, porque lo urgente es resolver el desamparo de millones de compatriotas a los que el hambre les niega el futuro, y eso se logra poniendo en marcha una economía de inclusión, que genere trabajo y salarios dignos, tal como lo reclama históricamente el Movimiento Obrero; además de garantizar el acceso a la educación, a la salud y a la cultura como pilares del desarrollo de todo el potencial de las y los argentinos, ya que sin ese acceso no hay ciudadanía.
Un verdadero proyecto de país, se sostiene sobre tres grandes políticas: la unidad nacional, que cierre definitivamente la grieta, el gran acuerdo político y social y la revolución en paz. El pretendido enfrentamiento entre argentinos de bien y del mal solo sirve para hacer sufrir más a la población, debemos reconciliar a los argentinos y argentinas.
Es cierto que la Argentina vive una crisis económica pero este gobierno pretende llevarse por delante las instituciones democráticas lo que desembocará sin lugar a dudas en una crisis política y social profunda.
Por eso desde el Partido Justicialista instamos a la unidad de todos los sectores populares en la lucha contra el avasallamiento que representan el DNU y la llamada
Ley Ómnibus, como un primer paso para luego volver a discutir políticas y acciones que lleven a un verdadero crecimiento de la Nación y el bienestar de los argentinos y argentinas.
PARTIDO JUSTICIALISTA SALTA
ESTEBAN AMAT
PRESIDENTE
GASTÓN GALINDEZ
VICEPRESIDENTE 1ro