Una familia litoraleña sufrió las peripecias de la salud pública y privada en Salta. Se tropezó en una vereda con basura y al buscar atención médica conoció el peor de los «paisajes» salteños.
En un extenso relato se percibe la angustia y bronca por no lograr atención en un lugar que, siendo referencia turística, no pueda brindar escencial servicio; ATENCIÓN MÉDICA.
Roberto, turista en nuestra provincia, relató sucedido en las redes sociales:
«Si se van a Salta de vacaciones, NO SE LES OCURRA LASTIMARSE!! porque tus planes de una excelente noche puede arruinarse de golpe por el PESIMO SERVICIO DE SALUD que posee «LA LINDA» capital Norteña.
Vinimos a Salta cómo Turistas. Con todas las expectativas. Hoy planificamos salir a cenar a fuera. Recorrer la nochecita salteña, con tanta mala suerte que Alejandra se tropezó con un montículo de ramas posadas desparramada sobre la vereda, al lado de varias bolsas de residuo, todo IRRESPONSABLEMENTE ubicado sobre la vereda. Lo que pensamos fue un tropezón sin muchas consecuencias, más que un golpe en las rodillas, resultó ser un tajo profundo y transversal de unos 10 cm en el dedo meñique de la mano derecha. La sangre comenzó a brotar y de allí volvimos sobre nuestros pasos a la casa donde estamos parando a solo 50 metros de dónde Ale sufrió el percance.
Por ser foráneos llamamos inmediatamente al 911, para que nos asistan en la EMERGENCIA SANITARIA, y nos envíen una ambulancia, con Paramédicos para atender la lesión de la que no dejaba de salir sangre. Mientras tanto, realizamos los primeros auxilios, con gasas, un desinfectante y a esperar que el 911 nos atienda. Cuando al fin sucede, nos derivan con el área de Salud, cuyo teléfono sonó por más de 4 minutos sin que NADIE ATIENDA. A todo esto, Ale seguía sangrando. Corto y vuelvo a llamar y al fin me derivan.
Vuelvo a explicarle a una tercera persona cuál era la EMERGENCIA, mientras del otro lado se escuchaba el tecleo. El hombre nos orientó en la EMERGENCIA, para mantener la herida desinfectada. Algo que ya habíamos hecho. Luego de unos minutos pidió disculpas, diciendo «No vamos a poder mandar ambulancia porque ESTAMOS SATURADOS con atenciones.
Entendiendo que podría ser una posibilidad real, decidimos salir de inmediato al #HospitalSanBernardo de la TURISTICA CIUDAD DE SALTA.
Pensamos, erróneamente que allí recibiríamos atención inmediata, dado que la herida seguía sangrando. Ahí entendimos que EN SALTA, LA SALUD PUBLICA ESTA EN TERAPIA INTENSIVA, CON MUY POCAS PROBABILIDADES DE MEJORAR!!
Te recibe un Policía, ni siquiera un médico. El uniformado intenta explicar que Ale debe hacer la cola con más de 20 personas y otras 50 sentadas bajo una carpa, que esperan, entre dolencias, quejidos y tos, que los atiendan. Lo nuestro era una EMERGENCIA!!!
Pero decidimos salir; descomprimir la Salud Pública e ir a un Sanatorio o Clínica. Nos fuimos al #SanatoriodelParque, a pocas cuadras del hospital. ESTABA CERRADO, Nos dirigimos a la #ClinicaGüemes, ya que al googlear decía abierta las 24 horas. En el área de recepción de EMERGENCIAS, NO TIENEN MEDICOS QUE ATIENDAN UNA SIMPLE HERIDA CORTANTE.
En el lugar nos dijo un empleado que NINGUNA CLINICA TIENE PERSONAL que atienda estás EMERGENCIAS!!!
Terminamos volviendo al Hospital San Bernardo, dónde la fila se había hecho más larga y con muchísimos pacientes en situación desesperante».
Es LAMENTABLE que una provincia como Salta, considerado uno de los Polos Turísticos por excelencia en Argentina, tenga semejante falencia. Falta personal médico, faltan ambulancias, faltan Paramédicos, la atención las dejan en manos de la Policía, quien se «come» los insultos, cuando debería haber especialistas en la materia.
Nos estamos llevando una MALISIMA EXPERIENCIA de Salta «La Linda». Y ojo, no se les ocurra lastimarse si vienen a Salta, porque pueden morir en una fila del Hospital, sin recibir la DEBIDA ATENCIÓN MEDICA. Sea el caso que sea. Vergonzoso».
El relato del turista coincide con los innumerables reclamos que también padecen los salteños en el sistema de salud. Hace poco tiempo el Ministerio de Salud quedó en manos de Federico Manggione sin embargo la salud funciona con las mismas deficiencias y ¿ será como dice el dicho? «cambiar para que nada cambie».