“Es más terco que una mula” dice el refrán que aplicaría a la obstinación de Juan Manuel Urtubey por el proyecto político de la tercera vía. Si no es obstinación, lo que aplicaría sería, falta de ideas que “hacen piso” a un espacio donde convergen los relegados.
El ex gobernador salteño hace un tiempo volvió a los medios con un outfits distendido, un llamativo corte de pelo con rulos pronunciados, y su infaltable sonrisa convocante al diálogo. Así se presenta, como un dialoguista que no tiene vergüenza en decir en público que habla con todos, tanto en su provincia como con figuras políticas a nivel nacional. El salteño no disimula su “sueño” de acabar con «la grieta» y ocupar algún lugar de poder a nivel nacional.
Pero la desmemoria del fracaso aún flota en los residuos mediáticos de cuando el ex gobernador de Salta declaró tras la derrota de la fórmula con Roberto Lavagna en 2019 ; “No fue exitoso lo de la tercera vía claramente”, y argumentaba, “la Argentina está demasiado polarizada y hostil” por lo cual su fórmula había fracasado, pero, el panorama actual ¿habilita?, o ¿hace posible la tercera vía?
La cuestión es que, Juancito, como le decían en una radio oficialista, sigue empecinado en el camino del medio, como él dice, «hablar con todos y lograr constituirse en la alternativa para los argentinos». Históricamente la tercera vía implica un proyecto ideológico “NINI”, ni capitalista ni comunista, ni socialista ni conservador. Valga destacar que todos los gobiernos argentinos hacen uso para gobernar, de distintos proyectos políticos como también de actores políticos lo cual se descarta de lleno cualquier purismo. La «maldita grieta» se ratifica con otros poderes, y entran en juego otros actores, no es culpa del purismo oficialista ni opositor.
Para medir a un actor político, los números dicen mucho, y en Salta, a Urtubey, solo lo acompañaron cuando tenía todo el aparato gubernamental en sus manos (2011- segundo mandato) donde ganó con el 60% de votos, mientras que cuando se presentó como vicepresidente en la formula Consenso Federal con Roberto Lavagna quedó tercero en la provincia y nivel país solo obtuvo un 10%.
El picadito político que Urtubey comienza a armar, ya expone a algunos actores, entre ellos Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, Gerardo Morales y Emilio Monzó, que en principio compartirían la idea de mostrarse como una alternativa a la “pureza hostil” que presenta el oficialismo y la oposición y su marcada grieta. En Salta, aún Urtubey no reveló cual será su rol en el 2023, ni tampoco dio a conocer nombres con los cuales seguramente estará charlando, asado mediante, pero sí afirmó que dialoga tanto con el gobierno de Gustavo Sáenz como con otros espacios políticos en la provincia. Todo puede pasar y como dice el refrán, que la insistencia en la tercera vía, sea, esta vez, la vencida.