PAMI es la obra social más grande de Argentina y Latinoamerica.
Un autor anónimo escribió «no es un insulto llegar a viejo, es consecuencia del paso del tiempo», y podemos agregar, «la vejez no nos hace inservibles, merece el mismo respeto que la juventud» pero hay lugares y personas que parecen no coincidir con esto.
Ayer fue otra jornada de reclamos en la seccional de Pami Salta, esta vez por la escasa luz que había en el lugar, «siempre pasa algo cuando vengo a hacer un trámite. Se cae el sistema, esta mal la receta,etc. Estamos cansados», se quejó un afiliado.
Pami Salta, ubicado en calle Zuviría, entre Caseros y España, ayer, ofrecía un panorama «casi a la luz de las velas» por la poca iluminación en el sector de informes.
La larga cola de jubilados con escasa movilidad y visibilidad esperaban en un sector a oscuras, sin la tradicional televisión que adquirió la función de «calmar» la vergonzosa y larga espera de los turnos.
Cabe recordar que Pami estuvo en el ojo de la tormenta (y parece que sigue estando) cuando la gestión de Molina tenía más quejas que el #PamiEscucha tanto que tuvo que dejar su cargo a Ignacio Gutierrez.
¿Algo más para reclamar?
«Cuando vengo a Pami a buscar médico para mi mamá salgo totalmente deprimida.La verdad que viendo esto da miedo hacerse viejos», expresa una joven que espera ser atendida.
Pasa que, a los reclamos por la falta de respuestas ante trámites de salud, se le suma una sucursal inadecuada para los jubilados salteños.
Como dato, Pami es la obra social más grande del país y de Latinoamerica, condensa al grueso de jubilados de todo el territorio argentino y religiosamente descuenta su cuota de los sueldos de sus afiliados. Sin embargo, en Salta, la sucursal tiene un edificio con techos descascarados, una escalera «sin funcionar» ( porque antes era eléctrica), que no es recomendada para los adultos mayores.
El lugar antes funcionaba como «Galería de Salta», de ahí la presencia de escalones por todas partes, «teniendo en cuenta que la edad adulta, trae aparejada una disminución física que puede incapacitar en algunos casos y un escalón puede transformarse en una dificultad casi insuperable para algunas personas», afirman los especialistas en gerontologia.
En fin, cuando el tiempo apremia ¿esto mejorará algún día? Esa pregunta tal vez hoy ya es un deseo que tiramos al mar en una botella, alguien lo puede encontrar o no.
Por Lucrecia Paniagua