Un adulto mayor estuvo 5 horas muerto en la calle. Denuncian que el departamento de San Martín sólo tiene dos médicos legistas.
La hija del fallecido contó entre sollozos, que llegó una ambulancia pero que no quiso trasladarlo al hospital porque su padre ya se encontraba sin signos vitales.
El nefasto hecho tuvo lugar este fin de semana en la localidad de Tartagal cuando en horas de la tarde hallaron a un adulto mayor inmóvil cerca de un paso peatonal.
Al llegar al lugar personal de salud «verificó que el sujeto no tenía signos vitales» y se retiró dejando el cuerpo tirado en el mismo lugar. La policía hizo lo suyo y «corroboró y aseguró in situ» y que la muerte del adulto mayor fue por causas naturales «dando una nota escrita a mano» a los familiares para que se hagan cargo del cuerpo.
En este marco, pasaban las horas mientras un tartagalense yacía muerto y su familia llorándolo, como un espectáculo funesto a la vista de todo aquel que pasaba por el lugar.
«Vino la ambulancia y según ellos ya estaba sin signos vitales. Ni siquiera lo tocaron. Desde las 5.30 hs de la tarde esta mi papá. La Policía no quiso hacerse cargo porque dijo que murió por «muerte natural»
Recién en horas de la noche lograron conseguir una camioneta para trasladar el cuerpo del hombre de 85 años.
«Es horrible lo que hizo la policía y la ambulancia. Es increíble porque es un ser humano no un animal», indicó un familiar.
Como trasfondo de estas disfuncionalidades, cabe destacar que el departamento de San Martín sólo tiene dos médicos legistas; «en Tartagal no se repuso el médico legal que se jubiló» indicó el Dr Flores quién también presentó su renuncia por incompatibilidad de funciones, sin embargo, la misma fue rechazada por falta de profesionales.
Sobre el suceso ocurrido este fin de semana, Flores manifestó que es el CIF quién debe levantar el cuerpo sea por muerte dudosa o natural para realizar la autopsia y entregar el cuerpo a los familiares con el certificado de defunción.
El hecho pone en evidencia una vez más la desidia en salud por falta de profesionales en el norte salteño, un lugar donde rogas que la muerte no te alcance en la calle porque nadie te levanta.