Hoy la Industria para la Defensa vuelve a impulsarse con la fabricación del Avión Malvinas.

El Ministro de Defensa, Jorge Taiana informó que ya se cancelo la deuda y el avión Malvinas estará terminado en 2023.

«La investigación científica-tecnológica es una poderosa herramienta de transformación de una sociedad» (Sábado y Beltran, 1968, p. 15).

Muchos desconocen la existencia y el desarrollo de la Industria para la Defensa en Argentina sin embargo data de mucho tiempo en nuestro país. A lo largo de su historia fabricó diferentes proyectos con mano de obra local y dirigidas por las fuerzas armadas. Tras el cese de importaciones luego de la segunda Guerra Mundial permitió la creación de la Dirección de Fabricaciones Militares en 1941.

 

Su fundador, el militar Manuel Savio, tuvo la iniciativa de crear este organismo y darle el objetivo de ser el motor de la Industria pesada en Argentina.

En Argentina contamos con la Fabrica Argentina de Aviones «Br San Martin» S.A (FadeA) Fabricaciones militares (FM) en Santa Fe, y dos en Cordoba, y el Complejo industrial y naval Argentino (Cinar) son lis polos productivos de Defensa.

Y se suma el Centro de Servicios Mineros de Jachal (San Juan) que se encuentra en etapa final de construcción (explosivos para sector mineros).

 

Entre las producciones destacadas estan:

 

Vehículos aéreos no tripulados, armas ligeras, artillería, misiles superficie-aire, vagones de mercancías, pistola FN Browning GP 35, tanque argentino Nahuel.

 

Productos quimicos: ácido, nítrico, ácido sulfúrico, nitrato de amonio, éter.

 

Productos Metalmecanicos: equipamiento ferroviario, minero, pedestales para radares, parte de vehículos blindados, reparación de puentes.

 

Municiones, chalecos antibalas, armamento civil, artillería, explosivos, tecnología de alta complejidad.

 

Estas producciones Argentinas ayudan a la soberanía y son sumamente importantes para la defensa ya que “ si hay algo que nos enseña la historia desde la caída del Muro de Berlín es que cualquier país que desee tener una política medianamente soberana y no posea un poder militar minimamente eficaz está condenado al fracaso” (Vega, 2017).

 

Tanque Nahuel DL 43

 

La producción del tanque de Industria nacional inició en el año 1943 a cargo del Taller Arsenal Estebam Deluca y el Tenuente Coronel Alfredo Barsi. Se llegaron a fabricar 16 unidades, fue un modelo independiente a base de productos industriales nacionales, o licenciadis en el exterior (caso del motor con patente francesa) . El punto fuerte de este modelo se encuentra en el blindaje, bastante mayor a su similar en M4 Sherman. Entre sus características estaba su peso de 35 toneladas , velocidad 40 km/h, blindaje 30 mm_25 mm Largo 6:22 mt, Armamento cañon 75 mm  y una ametralladora.

 

El 9 de julio de 1944 diez modelos desfilaron por la avenida de Libertadores dejando oerplejo al público presente.

 

Sirvieron hasta los años 60.

 

Nahuel Dl-43: el Primer Tanque Argentino El 4 de junio de 1943, un golpe de estado derrocó al gobierno constitucional de Ramón S. Castillo Dadas las circunstancias ya descriptas, el único camino abierto para re-equipar a las fuerzas armadas era el recurrir a la industria nacional ¿Pero cuál era la capacidad industrial argentina en 1943? Si bien es cierto que la industria había experimentado notables avances durante el período 1931- 1943, que permitieron la substitución de importaciones, seguía siendo una industria ligera orientada a artículos de consumo. Aun así, existían núcleos de alta tecnología y de industria pesada entre ciertos entes estatales y establecimientos privados. Entre dichos polos debemos mencionar a la empresa HAFADASA, la Fábrica Militar de Aviones (FMA) en Córdoba, los astilleros en la Base Naval Río Santiago y otros situados en el Delta de Buenos Aires, las plantas de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), talleres de reparaciones ferroviarios y navales. Por otra parte el país carecía de altos hornos y la producción de acero encarada por diversos establecimientos privados y estatales con cierta capacidad de laminación, que utilizaban como materia prima chatarra o lingotes de hierro importado, apenas llegaba a las 130.000 toneladas. La producción de máquinas y herramientas, que tuvo sus comienzos en la década de 1930, sólo producía algunos centenares de tornos y cepilladoras anualmente. (5) Sin embargo, se decidió emprender la realización de un tanque de guerra nacional, recayendo la tarea de la definición diseño y producción de un vehículo de 35 toneladas sobre dos ingenieros militares; el Teniente Coronel Alfredo A. Baisi, Director del Arsenal “Esteban de Luca” y el Mayor Francisco A. Villamil, labor que considerando la escasez de mano de obra especializada y de materas primas era verdaderamente hercúlea. Por cierto, un espeso manto de olvido ha caído sobre las actividades de ambos de estos ingenieros militares. Lamentable consecuencia de la proclividad latina a destruir lo bueno como lo malo propio. Si el estado de gestación de un ingenio de este tipo en una nación industrializada y con experiencia en la materia requiere un período de dos o tres años y quizás otro más para que rueden los primeros ejemplares de pre-serie, el hecho de que un par de obscuros militares argentinos lograsen, a los 45 días de haber recibido la orden, diseñar y completar una maqueta en madera a escala 1:1 del tanque que sería denominado Nahuel y que sólo dos meses adicionales fueran necesarios para construir el primer prototipo, demuestran, a casi setenta años de aquella verdadera hazaña, la gran capacidad del Tcnl Baisi, así como sus dotes de conductor, dignas de un mejor recuerdo. Un folleto preparado por la entonces Subsecretaría de Información para la exposición retrospectiva de la obra realizada por el gobierno militar en su primer año de gobierno decía: “Al cabo de dos meses, ya estaba botado el primer ejemplar, cuyas pruebas de montaje y rodamiento fueron inspeccionadas por los actuales mandatarios de la nación en el Arsenal “Esteban de Luca”. Simultáneamente, se ordenó la construcción de las series de ensayo y hoy en día la fabricación en gran escala marcha ininterrumpidamente. Este resultado se ha obtenido por gravitación del esfuerzo técnico e industrial genuinamente argentino. No existan planos, ni datos de ningún orden, y nuestros técnicos tuvieron que partir prácticamente de la nada. Los tanques Nahuel se fabrican en aproximadamente ochenta establecimientos industriales de la Capital Federal y del interior, colaborando además, los grandes talleres del Ministerio de Obras Públicas, Ferrocarriles del Estado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales en esta magna tarea”. (6

 

 

 

El primer televisor argentino  “EVITA”

 

 

En 1952 en el LABE, Laboratorio de Electrónica dependiente de Fabricaciones Militares, se desarrolló el primer receptor de televisión en Argentina. El prototipo de este receptor fue denominado FM “Evita” y en 1954 al crearse CITEFA (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas, hoy CITEDEF) se la designó para su producción. En la “Planta Piloto”, se produjeron 5.000 equipos, que fueron instalados por personal técnico del instituto. El primero de ellos fue instalado a pedido del Gral. Perón en la Residencia Presidencial de Olivos.

El desarrollo y la dirección fueron dirigidos por el Ingeniero Hermann Weber. El proceso anterior permitió adquirir la tecnología de TV abriendo el camino para encarar la producción nacional. El ejemplar exhibido en el Ministerio de Defensa, fue donado por Fabricaciones Militares al Ing. Weber, como homenaje a su creador, y luego de su fallecimiento, su esposa lo donó a CITEDEF.»

CITEDEF en la Noche de los Museos    http://citedef2.rssing.com/chan-21837419/latest.php

 

…»La construcción y ensamblaje del primer televisor argentino, allá por principios de la década de 1950, fue encomendada por el entonces presidente Juan Domingo Perón a Fabricaciones Militares. De ese televisor -conocido como «Evita»- se fabricaron unas 12 ó 13 mil unidades, a un costo que equivalía a la mitad del precio de esa extraña y novedosa «caja mágica» en los comercios.

 

 

 

 

 

Avión IA–100B Malvina

 

 

 

Es el primer desarrollo de aviación nacional para Defensa en 30 años, luego de lo que fue el Pampa TELAM SE 2022.

 

 

 

A inicios de 2020, el Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea Argentina, FAdeA y el IAF firmaron un convenio estratégico de cooperación para desarrollar proyectos conjuntos a fin de contribuir con la producción nacional y la optimización de recursos en materia de defensa y así promover la reactivación económica, la recuperación industrial y la generación de puestos de trabajo que alienten procesos de innovación tecnológica.

 

Se trata de un avión de vanguardia desarrollado para el entrenamiento elemental y primario de pilotos militares. Es una solución moderna y eficaz en la formación de los nuevos aviadores al contar con una estructura robusta, de material compuesto, con cabina digital y motor acrobático, certificado bajo normas FAR-23, lo cual permitirá satisfacer las elevadas exigencias requeridas en las primeras fases de vuelo.

 

El IA-100 será parte de un sistema integral que incluirá, además del avión, un eficiente sistema de mantenimiento (MSG-3) y entrenamiento (ITS), como así también un soporte post-venta que garantiza su operatividad a lo largo de todo su ciclo de vida, convirtiéndolo en la mejor solución de los próximos años en este rubro.

 

https://www.argentina.gob.ar/noticias/la-empresa-fadea-saldo-la-totalidad-del-credito-otorgado-por-el-iaf-para-financiar-el

 

 

 

 

 

«A partir de la gran revolución científico- tecnológica de la segunda mitad del siglo XX es imposible imaginar un esfuerzo sostenido y constante en ciencia y tecnología sin tener en cuenta un presupuesto basico (asignación de recursos) ; vértice gobierno, vértice infraestructura científico tecnológico y vértice estructura productiva.

 

Este planteo fundamenta la creación del Fondef, Ley 27.565 a fin de financiar el proceso de re equipamiento de las Fuerzas Armadas.

 

Entre sus criterios se encuentra:

 

Favorecer la sustitución de importaciones, el desarrollo de proveedores y la inserción internacional de la producción local de bienes y servicios orientados a la defensa.

 

Promover la innovación productiva, inclusiva, y sustentable por medio de un mayor escalonamiento tecnológico.

 

En conclusión queda el objetivo de lograr una total soberanía en la industria nacional al de la Defensa ya que “comparar afuera pone en jaque el futuro de la industria aeronáutica y naval como otras” (Vega, 2017)

 

 

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